Se acerca el cumpleaños de tu mejor amiga, la graduación de un familiar o el aniversario con tu pareja. Sin importar cual sea el evento, los arreglos florales son un excelente regalo para cualquier ocasión. ¿Pero cómo hacer que tus arreglos destaquen? La respuesta es muy simple: ¡Arreglos florales personalizados! Seguramente éste no va a ser el primer arreglo floral que reciban tus seres queridos, pero si le pones un toque personal, seguramente va a ser el más memorable. Muchas personas piensan que hacer arreglos florales es muy difícil o que no vale la pena, pero no hay nada más alejado de la realidad. Siguiendo unos pocos consejos, podrás preparar un obsequio bonito y personal, que dejará saber al agasajado lo mucho que piensas en él.

Lo primero es elegir las flores que vas a utilizar. Puedes optar por las flores favoritas de tu ser querido, flores de temporada o flores con colores que te gusten. Lo importante es que los colores de las distintas flores se complementen entre sí sin sobrecargar el arreglo. Para lograr esto puedes elegir algunas flores principales, que serán más grandes y con colores vivos, para que sirvan de foco de atención. Flores como las rosas, los girasoles y los lilium funcionan muy bien para este propósito. Por otra parte, las flores de relleno deben ser de colores complementarios, y no deben opacar el centro de atención. Por lo general, quieres buscar flores más pequeñas o redondas y chatas, como las gerberas, en colores neutros como el blanco o complementarios al color de las flores principales.

Pero en un arreglo floral, las flores que elijas no son lo único importante. También es necesario agregar verdes: hojas y follaje. El verde servirá para enmarcar las flores y resaltar aún más los colores. Además, aportan frescura al arreglo y evitan que canse a la vista. Dependiendo del tipo de arreglo, necesitarás más o menos follaje. Un arreglo con un aire silvestre se verá mejor con más hojas verdes, mientras que un arreglo clásico necesitará menos. Si deseas aportar variedad, puedes agregar otros elementos: frutas, ramitas, vainas, piñas, bayas, hojas secas, cocnhas y hasta rocas. ¡El límite es tu imaginación! Estos pequeños detalles harán que tu arreglo destaque y se vea único.

Por último, el recipiente que elijas para tu arreglo es tan importante como lo que vayas a poner en él. El contenedor ideal debe enmarcar las flores como si fuera el marco de una pintura. Debe complementar los colores y la forma de tu arreglo para que las flores se luzcan. Los recipientes chatos como las canastas o las fruteras suelen funcionar mejor con flores redondas, mientras que los jarrones altos son preferibles para flores estilizadas y con tallos frágiles, como los tulipanes.

Por supuesto, estos son sólo consejos básicos para que comiences a hacer tus propios arreglos. A medida que practiques, podrás probar distintas cosas y lograr bonitos resultados. Puedes optar por arreglos clásicos y simétricos, versiones más improvisadas, piezas con un sólo tipo de flor y mil recipientes distintos. ¡Lo más importante es que te diviertas mientras descubres este hermoso arte!