La costumbre de entregar flores como regalo, probablemente se remonta más allá de lo que podamos imaginar. Ya sea para un funeral, una boda, un cumpleaños, o cualquier otro evento especial, la entrega de flores ha sido una formalidad desde hace muchísimo tiempo.

Sin embargo, te has detenido a pensar ¿De dónde viene esta costumbre? ¿Del mundo clásico? ¿Del renacimiento? O, por el contrario, ¿es un hábito arraigado en el ser humano desde tiempos inmemoriales? ¡Aquí te contaremos un poco de esta tradición!

La tradición de regalar flores

Las flores simbolizan la expresión anímica de la naturaleza humana. Regalar flores es mostrar sentimientos, unas veces positivos y otros negativos. Las flores son siempre el regalo perfecto.

En el Medievo, hay una constancia palpable del aprovechamiento de las flores. Frecuentemente, se utilizaban para ocultar los malos olores, adornar espacios inmuebles o mejorar la apariencia visual de las personas.

El nuevo lenguaje de las flores se propagó por todo el continente europeo como una novedosa forma de expresar sentimientos, emociones y estados anímicos. La capacidad verbal que las flores atesoraban fue un secreto que se transmitió generación a generación, debido a que, frecuentemente, almacenaban equivalencias muy atrevidas y sensuales.

Durante el romanticismo, amantes y parejas usaban las flores para comunicarse, depositando en el color y la apariencia de los pétalos un cóctel de sentimientos: belleza, tristeza, vida, muerte, soledad, amor y desamor. La tradición de regalar flores no se convirtió en un hábito, sino en un protocolo que se heredó de padres a hijos.

En la era victoriana, que tanto influyó en Occidente, cada especie floral tenía implícito un significado característico, algo conocido íntegramente por la gente. En aquellas décadas donde los sentimientos se escondían, las flores actuaban como mensajeros. Regalar un ramo era el acto más fiel de expresar emociones y la única manera válida de darlas a conocer.

Si bien no hay manera de saber las verdaderas razones por las que empezaron a darse flores en la historia, de lo que no cabe duda es que es una de las mejores formas de agradar y sorprender a la persona que las recibe.

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