Cuatro métodos para preservar tus flores
Las flores siempre son un detalle hermoso. Nos inspiran vida, frescura, colorido y son una manera de tener la naturaleza siempre cerca de nosotros. El único problema con ellas es que no duran para siempre y, eventualmente, debemos deshacernos de este objeto que nos trae buenos recuerdos.
Sin embargo, hay una buena noticia: hay maneras de preservarlas por más tiempo, para verlas y seguir teniendo algo de aquella ocasión especial. A continuación, te presentamos cuatro excelentes maneras de preservar tus flores.
Utilizando el microondas
Este método te puede servir para secarlas en cuestión de minutos, en lugar de tomarte semanas. Después de elegir las flores que deseas secar, ordénalas en un recipiente hondo, una a la vez, y cúbrelas con tres o cuatro taza de arena para gatos. Luego, caliéntalas a una alta temperatura durante dos o tres minutos. Al sacarlas, espera a que la arena se enfríe, y entonces puedes sacar las flores y quitarles lo que sobre. Te quedará un hermoso popurrí al que además le puedes agregar perfume o esencias.
El método de presión
Este es el método tradicional y más conocido, por lo que es el más usado. Toma un libro pesado, como una enciclopedia o un diccionario. Arregla las flores entre las hojas, protegiéndolas con papel manteca o papel periódico, y arréglalas boca abajo, separándolas entre varias páginas para que no se junten. Luego, cierra el libro y no lo vuelvas a abrir durante siete a diez días. Una vez que la humedad de las flores se haya ido por completo y tengan una textura de papel, puedes usarlas como decoración, marcadores de libros, enmarcarlas o, simplemente, para tenerlas contigo para recordar algo especial.
Secándolas al aire
Esto funciona para conjuntos de flores más grandes, como ramos. Reúnelas en un ramo y amarra los tallos con una liga. Después, cuélgalas boca abajo en una zona bien ventilada que no tenga contacto con el sol como, por ejemplo, en áreas de la cocina donde pasen ráfagas o en un armario vacío. En algunas semanas, podrás ser testigo de cómo los pétalos se encogen y cambian de color, convirtiéndose en hermosos bouquets añejados que te podrán servir de centros de mesa durante mucho tiempo.
En un jarrón
Secarlas en un jarrón es la manera que requiere menos esfuerzo. Simplemente, debes colocarlas con muy poco agua y olvidarte de ellas. Cuando el agua se haya evaporado, las flores deberán estar derechas, pero secas. Las mejores para este método son las hortensias o las calas, ya que se mantienen con los pétalos en alto. Después de que haya desaparecido toda humedad, puedes sacarlas y colgarlas en la pared con ayuda de un lazo. Si lo prefieres, las puedes dejar en un jarrón, pero sin agua, como si fueran flores de plástico.
Intenta el método que más te convenga y verás que vas a poder mantener tus flores por más tiempo y recordar siempre ese momento único.